La fotografía digital, tanto como la fotografía tradicional, se presta tanto para el registro y documentación de eventos históricos, familiares o personales, así como para la exploración artística, añadiendo a estos sentidos la posibilidad de intervenir o modificar la imagen computacionalmente, una vez tomada y almacenada.

Se trata de un revolucionario avance tecnológico que cambió para siempre la industria fotográfica y permitió el surgimiento de las artes visuales digitales.